Un viaje accidentado

Acá estoy de nuevo para actualizarlos un poco sobre mis andanzas que tanto divierten a jóvenes y adultos (y en especial a la platea femenina, con mis relatos llenos de erotismo).
Resulta que comencé a trabajar para el Cirque du Soleil. Mi trabajo, hasta el momento, consiste básicamente en sufrir accidentes mientras intento hacer otras cosas. Ayer fue mi primer día y como todavía no estaba instalada la cocina había una improvisada al aire libre entre un montón de containers, cables sueltos y desperdicios industriales. Pueden imaginarse de qué viene el tema de los accidentes. Bueno, se equivocaron.
Mi primer infortunio resultó de la exposición prolongada a los rayos ultravioletas (que es la manera que tiene Dios de castigar a largo a plazo a las personas con más músculos que yo y sin pudor de mostrar su torso desnudo en balnearios y natatorios). Aún con mi traje cotidiano de lucha contra el mal cotidiano (bermudas, remera y zapatillas) sufrí quemaduras de 4º grado (más bien como unas quemaduras con déficit atencional que repitieron 2º y 3º previamente) en mi cuello, antebrazos y pantorrillas. Mi cara no resultó tan afectada porque tengo que usar uno de esos casquitos de plástico de seguridad (sí, muy seguros si te atacan con hisopos gigantes pero completamente inútiles para detener una flecha con curare o una jauría de enanos rabiosos que son las dos cosas que más me preocupan en este momento) y daba algo de sombra sobre mi masculino rostro de albino polaco.
Además de los molestos síntomas de las quemaduras otro problema fue el de buscar una loción para calmarlos. Ya que la tasa de cambio del Euro no es muy favorable para mi economía y teniendo en cuenta que una crema de marca con complejos antioxidantes y rejuvenecedores equivale a una canasta básica, tuve que conformarme con una de esas genéricas que venden en los supermercados cuyo único complejo es el de inferioridad (de hecho en el envase decía que era el complejo de inferioridad más chiquito del mundo).
Hoy fue mi segundo día de trabajo y todo ánduvo relativamente bien hasta aproximadamente 5 minutos de comenzado mi turno. Un consejo: si pisan el borde de una caja lo más probable es que esta (si está vacía) se voltee y con el borde no pisado golpee en el medio de su canilla. Es como el gag del rastrillo pero con menos presupuesto. O para enanos. Ya he comentado mi afinidad para este tipo de accidentes en posts anteriores, por eso no voy a explayarme mucho al respecto en éste ni en los otros accidentes menores que tuve (incluido el del corte en el dedo con una chapa y la nada-cómica conversación para hacer entender a un agente sanitario español que necesitaba cinta adhesiva hasta que entendió y me dijo que acá se le llama "esparadrapo").
Bueno, ahora me voy a tomar una mediatarde, luego a dormir y mañana seguiré teniendo accidentes para poder compartir con Uds. Adeu!

4 Caca(s) de mono:

godsize dijo...

EL circ du solei tiene los payasos más tristes ever. Seguro que se hacen llamar clowns.
Por otro lado, que bonito viajar y accidentarse.

Anónimo dijo...

triste pierrot :(

salu3!

Nico dijo...

Statcounter no miente: estás en Barcelona nomás. Pues que te vaya bien en aquellas lejanas tierras, chaval!

Cenicienta dijo...

Al fin actualizacion, Rambón! Y al fin me entero de lo que significa "esparadrapo!" No deje de contar sus andanzas por favor!