Cosas que te pasan si estás vivo

(pero de verdad, no como las mariconadas de Liniers)

1- Te atragantás con una bola de sanguche de miga masticado que te pasa por el esófago como si te hubieras tragado un oso de peluche.

2- Se te cae el jabón de la ducha recién empezado justo sobre algún dedo del pie. Duele.

3- Odiás a los negros pero te hacés el políticamente-correcto-progre-humanista y decís cosas como que hay desigualdad de oportunidades y que alguien debería hacer algo, como poner expendedoras de sanguches de miga en las escuelas.

4- Te falta una pierna.

5- Te roban monedas que dejás en la mesa de luz todos los días por los últimos 4 años. Me ves con una campera de cuero nueva.

6- El tachero que te lleva desde Retiro hasta tu departamento te dice que la chica que va cruzando la calle "es más puta que la mierda" y que "le hacen falta un millón de porongazos". Lo repite en cada semáforo en rojo con pequeñas variaciones de estilo e hipérboles diversas

7- Sos tachero y detestás tu vida con la gorda insoportable de tu mujer y tus hijos subnormales. Querías ser veterinario.

8- Cambiaste la canilla que conecta al lavarropas (después de un primer intento fallido resultante en una canilla recién comprada rota) usando una llave francesa (sabés cómo se llaman esas cosas) y hasta le pusiste cinta de teflón en la rosca. Casi podés sentir como crecen los pelos en tus hombros empujados desde abajo por toda tu hombría.

9- Hiciste algo malo. Steven Seagal lo vió. Nº4.

10- Comprás algo que venía roto, te indignás y vas envalentonado a reclamar. Cuando llegás al negocio el sextagenario caquéctico de camisa a cuadros y chancletas de cuero marrón que te atendió no está y en su lugar hay un mono que más que una persona parece tres enanos obesos parados uno arriba del otro. El enano de arriba está rapado y se le hacen dos rollitos en la nuca. Pagás de nuevo por lo mismo que te llevaste al principio y salís del local diciendo "gracias".